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ABRUMADOR RESPALDO DEL CONGRESO AL CONCIERTO Y AL CUPO, UN EJEMPLO DE “LEALTAD INSTITUCIONAL”
martes, 28 de junio de 2016

ABRUMADOR RESPALDO DEL CONGRESO AL CONCIERTO Y AL CUPO, UN EJEMPLO DE “LEALTAD INSTITUCIONAL”

24/11/2017Fuente: ELCORREO.COM

El 83% de los diputados refuerza el sistema de autogobierno vasco, que solo cuestionan C’s y Compromís

Con un apoyo abrumador de más del 83% de los diputados, el aval de los tres principales grupos en el Congreso -PP, PSOE, Unidos Podemosy el del partido más votado en Euskadi, el PNV, la ley Quinquenal del Cupo y la de modificación del Concierto fueron ratificadas ayer en el Congreso. Y lo hicieron durante una sesión en la que el «pacto» y la «lealtad institucional» con la que se ha llevado a cabo la negociación para concretar dos de los principales pilares del autogobierno vasco que permanecían en un limbo sin actualizarse desde hace una década se pusieron como ejemplo de cómo integrar la «España plural» y sus «singularidades».

Las palabras las pronunció Cristóbal Montoro desde la tribuna y llegaron hasta Cataluña. Lo mismo, en cierta medida, que las que lanzó Andoni Ortuzar a las puertas del Congreso. «Se ha demostrado que la bilateralidad es posible, que se puede pactar entre diferentes».

El ‘procés’ sobrevoló por la Carrera de San Jerónimo. A veces de forma sutil y otras sin contemplaciones. Fue en un debate que culminó en dos votaciones. La modificación del Concierto contó con el apoyo de 294 diputados, la del Cupo, con 292. Los dos que se descolgaron en la segunda fueron los representantes de EH Bildu para mostrar su rechazo a cómo se había desarrollado la negociación entre los gobiernos central y vasco. En ambos casos, hubo 36 votos en contra, los de Ciudadanos y Compromís. Por primera vez en tres décadas un partido con implantación nacional votaba en contra del sistema vasco y provocaba el debate más acalorado por este asunto. Y todo ello, con una dirección del PSOE que trata de frenar la rebelión de varios barones autonómicos, encabezados por el valenciano Ximo Puig, que consideran «injusta» la negociación del Cupo.

De ahí que lo que se vivió ayer en la Cámara baja fue un acto político de alto valor simbólico. Por varios motivos. El primero, porque fue el propio ministro de Hacienda el que hizo una encendida defensa del sistema tributario vasco. Utilizó un tono pedagógico, explicativo. Habló del Cupo líquido, del IVA de importación, de cómo son las haciendas las que recaudan los impuestos… «Me estoy poniendo algo técnico, pero es que después de oír algunas cosas, creo que merece la pena», afirmó mientras miraba a Albert Rivera. El segundo, porque las ocasiones en que PP, PSOE y Unidos Podemos forman un frente común son contadas. Y ayer lo hicieron para defender el autogobierno vasco, aunque eso no evitó que socialistas y ‘morados’ cargasen contra los populares. Y tercero, porque el debate se produjo a menos de un mes de las elecciones catalanas del 21-D.

Frente a la ruptura de Cataluña,los diputados que tomaron la palabra se instalaron en el escenario vasco. «Con respeto a la ley y lealtad, cualquier acuerdo es posible», recordó Montoro, quien alabó la actitud del Ejecutivo vasco por haber planteado cuestiones «en el terreno de lo posible». «Ambos gobiernos sabíamos dónde estaban los límites».

RESPUESTA AL «CUPONAZO»
A partir de ahí casi todos los grupos fueron en la misma línea. Javier Maroto (PP), Pedro Saura (PSOE), Nagua Alba (Unidos Podemos), Idoia Sagastizabal (PNV), nacionalistas catalanes, UPN, Coalición Canaria¿ Algunos más críticos que otros hacia Montoro y hacia unas negociaciones que Alba, por ejemplo, definió como una «moneda de cambio». Pero el respaldo hacia el Concierto y el Cupo fue mayoritario. La bandera del ‘no’ la izó Ciudadanos. De forma rotunda. Definiendo el sistema tributario vasco como un «privilegio» y un «cuponazo». Si Rivera buscaba flancos para debilitar el apoyo de la mayoría parlamentaria al modelo fiscal que rige en Euskadi, erró el tiro. Porque logró el efecto contrario. Que el resto de grupos cerrasen filas. Entre otros motivos, porque el acuerdo alcanzado ayer apareció en el Congreso como el ejemplo a seguir en Cataluña. Hasta Ana Oramas (Coalición Canaria) acusó al líder de C’s de querer «enfrentar a las comunidades».

Al terminar la votación, Ortuzar y Pedro Azpiazu no ocultaban su satisfacción. El consejero de Hacienda fue prudente, pero también mostró su alegría por un acuerdo que permite «avanzar» en unas relaciones «estables» con las «instituciones del Estado». A su lado, Ortuzar consideró que lo ocurrido ayer es una «lección» para el Estado. No quiso criticar la postura de los nacionalistas catalanes, pero sí lanzó un mensaje. Frente a la vía unilateral, «la bilateralidad y el acuerdo entre diferentes es posible».

LA VOTACIÓN DEL CUPO
A FAVOR / 292 PNV, PP, PSOE, Podemos, ERC y Mixto.
EN CONTRA / 36 Ciudadanos y Compromís.
ABSTENCIONES / 2 EH Bildu.
LA VOTACIÓN DEL CONCIERTO
A FAVOR / 294 Los mismos que en el Cupo más EH Bildu.


¿CÓMO SE CALCULA EL CUPO?

Competencias no cedidas
Pese a recaudarlos, Euskadi no tiene capacidad normativa sobre algunos impuestos, como el IVA, que están armonizados en toda España. Mediante un sistema complejo se decide cuál es la cantidad de esos ingresos que la comunidad debe aportar a la administración central por la prestación de servicios que no están cedidos, pero de los que se beneficia. Defensa, Exteriores, la Corona, las Cortes Generales…

Índice de imputación
El problema radica en cómo se realiza el cálculo de esos servicios, denominados cargas no asumidas. Para ello se utiliza una variable (el índice de imputación) que se basa en el peso del PIB del País Vasco respecto al conjunto del Estado y que se ha fijado en el 6,24%.

Cifra inalterada desde 1982
En realidad esta cifra se mantiene inalterable desde 1982, algo que ha permitido al PNV destacar que aporta por encima de su peso actual (6,1%). Sin embargo, no es tan sencillo. Si el País Vasco aportara ese 6,24% supondría un pago de 11.617 millones en 2017. Pero a esa cifra deben restarse diversos conceptos que menguan el resultado final hasta esos 1.300 millones.

Descuentos
El principal tiene que ver con el descuento del déficit público (8.781 millones), ya que se considera que al pagar su parte correspondiente de intereses y amortizaciones por la deuda del Estado debe eliminarse. Otro ajuste tiene que ver con el IVA, ya que el cálculo no se produce según la cantidad recaudada en la región. También se restan otras tasas estatales no cedidas (1.100 millones).